José Joaquín de Olmedo

En la era colonial española, Olmedo se destacó como gran orador en las Cortes de Cádiz con el fin de lograr la abolición de las mitas. Estuvo prófugo un breve tiempo durante la restauración absolutista promulgada por el rey Fernando VII. Volvió a su ciudad natal e inició, con otros patriotas, la preparación para la emancipación guayaquileña, lo cual se desarrolló el 9 de octubre de 1820. Luego fue proclamado como primer (y único) Presidente de la Provincia Libre de Guayaquil, y prestó ayuda a Antonio José de Sucre para la emancipación de los restantes pueblos de la región. Protestó contra Simón Bolívar por anexar a Guayaquil, vía manu militari, a la Gran Colombia; y en la posteridad, luchó contra el régimen centralista de dicho país impulsando la desintegración grancolombiana.
Olmedo apoyó inicialmente a Juan José Flores por la separación del territorio del Distrito del Sur de la Gran Colombia. Tras la creación de la República del Ecuador, Olmedo fue designado como primer vicepresidente, sin embargo, decidió renunciar debido a divergencia con el presidente Flores. Ocupó varios otros cargos menores, hasta el gobierno de Vicente Rocafuerte, donde fue el presidente de la Convención Nacional que redactó la segunda constitución ecuatoriana. Tras la nueva ascención al poder por parte de Flores, criticó duramente al régimen militarista. Impulsó la Revolución marcista, derrocando con ello a Flores e instaurando un triunvirato, del cual también formó parte.
Durante su vida, dedicó parte de su tiempo a la creación de novelas, cantos, odas, poemas, entre otros tipos de obras literarias. Entre sus más conocidas obras está Canto a Bolívar, Al General Flores, vencedor en Miñarica, y Alfabeto para un niño. Diseñó la bandera y el escudo de Guayaquil, además de componer la letra para su posterior himno.
Biografía
Hijo legítimo del Capitán Miguel Olmedo y Troyano, natural de la Villa
de Armijos, Obispado de Málaga, España, quien viajó primeramente a
Panamá donde residió cuatro años, ocupó en Guayaquil el cargo de
Tesorero y Comisario de Guerra para la expedición al Marañón y se quedó
de Oficial del Fortín de San Carlos dedicado al comercio, dueño de las
fragatas "San Isidro" y "San Fermín", y de la guayaquileña Ana Francisca
de Maruri y Salavarría, de la antigua nobleza vasca asentada en la
cuenca del Guayas. Después de nueve años de edad en Guayaquil, su padre lo llevó a Quito a cursar estudios en el Convictorio de San Fernando regentado por los dominicanos, donde aprendió Latinidad y Gramática Castellana, y además tuvo el honor de tener entre sus maestros al Dr. Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo. En 1792 estaba de regreso en Guayaquil. En 1794 fue enviado a Lima, encomendado a su pariente el Dr. José de Silva y Olave, quien lo matriculó en el Colegio de San Carlos. En 1799 fue alumno de la Universidad de San Marcos y figuró en un acto público de filosofía y matemáticas. En 1800 obtuvo por oposición en San Carlos la cátedra de Filosofía. En 1802 escribió "Epitalamio" con ocasión de las bodas de una pareja amiga. En 1803 escribió el poema "Mi retrato" y se lo envió a su única hermana Magdalena que residía en Guayaquil, pidiéndole que al pie pusiera como letrero: "Amó cuanto era amable, amó cuanto era bello". El 15 de junio de 1805 obtuvo el doctorado en Jurisprudencia y pasó a dictar Derecho Civil en el Colegio de San Carlos. El 6 de noviembre del mismo año se recibió en práctica y al año siguiente alcanzó el doctorado en ambos derechos Civil y Canónigo, escribiendo sus poemas "Matemáticas" y "Loa al Virrey". Para 1807 publicó "En la muerte de doña María Antonia de Borbón, princesa de Asturias".
Después de 4 años de práctica se graduó de abogado en 1808, se incorporó al Colegio de Lima y dictó la cátedra de Digesto en San Marcos. Entonces se inspiró y compuso el prólogo a la tragedia "El Duque de Viseo de Quintana" y su famosísima silva titulada "El Árbol", que terminó en 1809 y contiene dos partes, una filosófica y bellísima y otra menos hermosa con la que cierra el poema, pareciendo como si hubiera unido dos versos distintos. Casi enseguida fue llamado a Guayaquil porque su padre estaba grave y arribó el 20 de agosto, para recibir de su padre el encargo de ser el albacea de sus ya menguados bienes y velar por el sustento de la madre (casi ciega) y todavía en el hogar.
En 1809 se incorporó de abogado de la Audiencia de Quito. En marzo de 1810 le nació una hija natural en Ramona Ledós, acompañó al Dr. José de Silva y Olave en su viaje a la Península Ibérica, en Septiembre recibió en México el nombramiento de Diputado por Guayaquil a las Cortes de Cádiz. En enero de 1811 aún estaba en México y leyó su poema "Improntu". Semanas después viajó a España y se incorporó a las Cortes. El 12 de agosto de 1812 pronunció su célebre discurso sobre la abolición de las mitas; no era un gran orador, pero causó buen efecto. El diputado Castillo inició la discusión y las Cortes aprobaron la abolición de las mitas. Ese discurso se ha publicado varias veces desde que Vicente Rocafuerte lo dio a la Imprenta en Londres. Entonces consiguió que su protector y pariente José de Silva y Olave fuere designado Obispo de la Diócesis de Huamanga.
Secretario de las Cortes de Cádiz y después miembro y secretario de la Diputación Permanente hasta el 11 de mayo de 1814, fecha en que las Cortes fueron disueltas por Fernando VII y los diputados perseguidos y apresados, Olmedo se escondió en Madrid y regresó en 1816, encontrando que su madre había muerto. A principios de 1817 viajó a Lima y escribió "A un amigo, don Gaspar Rico..", a su vuelta, el 24 de marzo contrajo nupcias con su deuda Rosa de Ycaza y Silva, sobrina del Obispo, su protector. En 1819 defendió en juicio a Vicente Ramón Roca acusado de conspirador por haberse carteado con el cura insurgente de Acapulco, que de patriota se había vuelto realista.
Producida la Revolución en Guayaquil el 9 de octubre de 1820, Olmedo fue electo Jefe Político de la Provincia, pero en vista de los abusos que cometía el Jefe Militar José Gregorio Escobedo, pidió una Junta Provisional de Gobierno que quedó conformada con el Dr. José Vicente de Espantoso y Avellán y con el coronel Rafael María de la Cruz Jimena y Larrabeitia. En Noviembre presidió el triunvirato formado por Francisco María Roca y Rafael Jimena y obtuvo que la Junta Electoral de la Provincia apruebe el "Reglamento Provisorio de Gobierno" que había redactado con José de Antepara y Arenaza.
José Joaquín de Olmedo publicó muchos poemas, historias y odas, pero de entre las más importantes y destacadas se pueden encontrar:
1. La Batalla de Junin
2. Canto a Bolívar
3. Alfabeto para un niño
4. Al General Flores, vencedor en Miñarica
5. Al General Lamar
6. Epitalamio
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